¿Alguna vez te has despertado con un frío y húmedo beso de su gato?
No eres el único. Cuando mi gato era más joven, se pasaba unos cuantos minutos por sesión lamiéndome las manos y los brazos.
Existen varias razones por las que los gatos hacen esto, pero principalmente, sólo intentan comunicarse y mostrar afecto, ya que así lo hicieron sus madres cuando nacieron.
Así pues, te explicaré con más detalle por qué los gatos acicalan a sus dueños, y qué hacer cuando el hábito de acicalamiento de tu gato se vuelve preocupante.
Por qué se acicalan los gatos
Los gatos pasan entre el 30 y el 50% del día acicalándose. Lo hacen para limpiarse, regular su temperatura corporal y mantener suave su pelaje al extender los aceites naturales de su piel por todo su cuerpo.
También hay otros motivos. Si tu gato tiene una herida o siente dolor, se lamerá la zona para limpiarla, estimulando de este modo su curación.
No obstante, lamer excesivamente una herida puede provocar una infección. Si tu gato tiene una herida que no parece curarse, lo mejor es llevarlo al veterinario para que la revise.
Los gatos también se acicalan para ocultar su olor a los depredadores; un instinto heredado de sus antepasados salvajes.
Pero, sobre todo, los gatos se lamen a sí mismos, a la gente que quieren y a otras mascotas, porque es una de las primeras cosas que hicieron sus madres cuando nacieron.
Cuando nace un gatito, la madre lame la bolsa amniótica y luego lame a sus gatitos para estimular la respiración.
Después seguirá acicalando a su camada a medida que crezca y, al cabo de unas semanas, sus gatitos empezarán a acicalarse por sí mismos y a hacerlo también entre ellos, un acto que refuerza el lazo social que los une.
Por último, los gatos asocian el acicalamiento con una sensación de comodidad y seguridad.
Igual que a la mayoría de la gente le resulta placentera una ducha caliente, los gatos a veces se acicalan sólo por lo que les gusta cómo les hace sentir.
¿Por qué me lame mi gato?
Cuando una gata madre y sus gatitos se lamen mutuamente, están reforzando su vínculo. Un gato que lame a su humano no es diferente. De hecho, tú le devuelves este favor acariciando y abrazando a tu gato.
Sin embargo, el vínculo afectivo no es la única razón por la que te acicala tu gato.
1. Demostrar su afecto
Los gatos suelen lamer a sus dueños para mostrar afecto. Quizá notes que también frotan la cabeza o el cuerpo contra ti, ronronean o te miran con los ojos entrecerrados. Cuando tu gato hace estas cosas, lo que intenta es decir que te quiere.
2. Dejar su aroma
Seguramente habrás notado que tu gato se frota contra los objetos de tu casa. Lo hace para dejar su olor.
En la naturaleza, una familia de gatos estará marcada por el mismo olor, que los identifica a todos como un único grupo. En resumen, tu gato puede estar lamiéndote para así dejarte su olor, y marcarte como familia.
3. Quieren atención
Hace diez años, puede que mi gato me lamiera por afecto, pero hoy en día casi siempre es porque quiere llamar la atención. Si estás ocupado con otra cosa, y tu gato se te acerca y empieza a lamerte las manos, es probable que sólo quiera robarte atención durante un rato.
Si quieres que tu gato deje de lamerte para llamar tu atención, evita recompensarlo al acariciarlo, apartarlo o empujarlo. Tendrás que ignorarlo hasta que comprenda que eso no funciona.
Por otra parte, si no te importa dejar de hacer lo que estás haciendo durante un rato, coge su juguete favorito y no dudes en dedicarle un divertido rato de juego.
4. Decirte que pares
Si has estado acariciando o mimando a tu gato, un pequeño lametón puede ser su forma de decirte «vale, gracias, pero para ya es suficiente».
Aunque a los gatos les gusta la atención física, también suelen preferirla en ráfagas cortas. Las caricias o mimos prolongados pueden ponerles inquietos.
Otras señales que te indican que tu gato ya ha recibido suficiente atención:
- Mover la cola o las orejas
- Estirarse y alejarse
- Mordisquear o ponerse agresivo
- Aplanar las orejas
5. Ansiedad
Los gatos que sufren ansiedad o estrés son más propensos a acicalarse en exceso, y en ocasiones este acicalamiento se dirige hacia ti.
Si notas que tu gato se acicala más de lo habitual, o si ves manchas en su pelaje, es hora de concertar una cita con el veterinario, quien puede prescribirle medicamentos que le ayuden a relajarse.
¿Está bien que mi gato me lama?
En circunstancias normales, no hay nada malo en dejar que tu gato te lama.
Dicho esto, por lo general tu gato porta en su lengua bacterias que podrían provocar una infección, en caso de que su saliva penetre en una herida abierta.
Por tanto, evita que tu gato te lama cerca de cortes o heridas en la piel.
Conclusión
Aunque los gatos acicalan a sus congéneres por muchas razones, suele ser una forma de expresar afecto y de marcar a sus dueños y otras mascotas como parte de su grupo familiar.
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Un acicalamiento exagerado puede ser el resultado de un dolor físico o ansiedad. Si te preocupan los hábitos de acicalamiento de tu gato, o has observado un drástico incremento en el tiempo que pasa acicalándose, habla con un veterinario acerca de ello.