¿Por qué mi gato ya no me quiere como antes? Causas y soluciones

Alguna vez, has tenido que preguntarte: ¿Porque mi gato ya no me quiere como antes? o, ¿Qué fue los que hice para caerle mal?

Todos sabemos que nuestros queridos felinos en ocasiones son criaturas malhumoradas, pero, acaso su nueva aversión ¿se basa realmente en lo que tú crees?

Si tu gato muestra una actitud negativa hacia ti, probablemente esté buscando una solución, y algunas veces, las respuestas no siempre resultan tan claras.

Cada gato es un alma individual con sus propias peculiaridades y preferencias. Pero aquí encontrarás algunas explicaciones que pueden aclarar un poco las cosas.

¿Qué le pasa realmente a tu gato?

Lo más probable es que el nuevo estado de ánimo de tu gato no haya comenzado sin razón: algo ha desencadenado esa nueva actitud como respuesta.

Y honestamente, estamos bastante seguros de que no es que ya no le gustes.

En lugar de ello, lo más probable es que se trate de una causa externa, que le está molestando y que proyecta en la relación que tiene contigo.

Aunque pueda parecer que se trata de algún tipo de venganza o simple y llana testarudez, en realidad podría ser algo que no puede evitar.

Por lo tanto, resulta esencial que observes todos, o por lo menos los factores más representativos de su vida cotidiana, con el fin de obtener más pistas.

¿Por qué mi gato ya no me quiere?

Por desgracia, nuestro gato no puede hablarnos para explicar la razón de su repentino cambio de actitud.

Sin embargo, en lo que sí puedes fiarte es en su lenguaje corporal básico, ya que este, puede darte pistas importantes acerca de lo que está pasando.

Si tú gato se siente molesto, podrás notar comportamientos como:

  • Silbar
  • Gruñir
  • Golpear
  • Morder
  • Atacar.

Esto también incluye comportamientos menos agresivos, pero igualmente preocupantes.

Por ejemplo, es posible que se torne arisco, no se deje acariciar, ni reciba mimos y cariños, no quiera dormir contigo, deje de ronronear, ni te dé el saludo acostumbrado al llegar a casa.

Todos estos comportamientos indican que tu gato no es feliz, independientemente de que la causa sea algo que esté bajo su control o no.

Como encontrar la causa de estos cambios

las razones las tienes que descifrar tú, ya que conoces a tu gato mejor que nadie. Sin embargo, algunas veces quedamos tan desconcertados por su comportamiento, que muy seguramente no sabemos por dónde empezar.

Así que, para ayudarte en el proceso, pregúntate si alguno de los siguientes factores juega un papel importante en la vida de tu gato:

1. Cambios de rutinas

Al igual que los seres humanos, los gatos tienen todo tipo de personalidades diferentes. Algunos gatos serán más cariñosos que otros. Eso no siempre indica que no le gustes, sino que prefieren diferentes niveles de interacción.

Si tu gato tiene una personalidad malhumorada, es muy posible que no sea nada personal. Algunos gatos prefieren tener su propio espacio sin demasiadas interferencias.

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Así pues, si por algún motivo, tu cambias de rutina y quieres acurrucarte con tu gato más de lo que tu mascota considera como “normal”, puede que esta sea la causa por la que se aleje de ti.

2. Pérdida de conexión emocional

Los gatos son animales orgullosos que aman la independencia, pero que, a la vez, son bastante sensibles al comportamiento de sus dueños humanos. Algo que podríamos interpretar como la conexión emocional con tu mascota, que crece y se consolida día a día.

Por lo tanto, es probable que, por el simple hecho de llegar tarde una noche, olvidarte de su alimentación, o un trato inconscientemente displicente, lleve a tu gato a resentirse contigo durante algunas horas e incluso días.

Lo mismo ocurre en sentido contrario. Es posible que la conexión con tu gato se pierda temporalmente, debido a un repentino exceso de atención.

En este caso, la manera en que tu gato responda a tus afectos, determina básicamente, el punto de partida para comenzar a establecerla nuevamente.

La conexión es un aspecto necesario del cuidado general. Sólo tienes que encontrar lo que mejor funciona para tu gato y con base en ello, tratar de identificar el nivel de intimidad que tu gato tolera.

A partir de ahí, podrás entonces mantener una especial, que sea igualmente beneficiosa para ambos.

3. Experiencias negativas del pasado

Si tu gato ha tenido experiencias negativas con los humanos, esto puede afectar gravemente la relación que tiene contigo.

Al igual que los niños, los animales pueden reaccionar basándose en un trauma.

Por eso, si antes vivía en una situación hogareña pésima, es posible que, al presentarse una situación similar a esa, tu gato reaccione, y tengas la impresión de que ya no te quiere. Recuerda que si es un gato adoptado, es muy probables que no conozcas toda su historia.

También puede ocurrir que, si lo conscientes permanentemente y de repente, lo regañas por hacer algo malo, el te guarde rencor por algunos días.

4. Enfermedad subyacente

Si sientes que tu gato ha dejado de quererte repentinamente, y no se debe a ninguno de los factores anteriores, es probable que se trate de una enfermedad subyacente, que esté provocando cambios de conducta.

Si tu gato tiene dolor o está sufriendo algún cambio en el cerebro, esto puede afectar gravemente tanto su personalidad, como su comportamiento típico.

El problema puede estar relacionado con su sistema osteomuscular, o una afección relacionada con un determinado órgano, lo cual se evidencia casi siempre, en los casos en que tu gato deja de comer.

Tu veterinario puede comprobarlo externamente, o a través de exámenes de laboratorio.

Algunas causas médicas que pueden causar agresividad o cambios de comportamiento e interacción con los humanos, incluyen:

  • Envejecimiento
  • Hipertiroidismo
  • Problemas óseos musculares y articulares que causan dolor.

Si observas cualquier otro síntoma que te parezca extraño, debes llevarlo al veterinario para ser examinado.

5. Cambios ambientales

El gato es una criatura independiente, pero a la vez, muy rutinaria, y no le gusta que se altere su normalidad.

Cosas como una moda reciente, la llegada de un bebé, o has dado la bienvenida a una nueva mascota (un cachorro, o más gatos, por ejemplo), es posible que tu gato muestre signos de ansiedad o desaprobación.

La buena noticia, es que antes de que pase mucho tiempo, el polvo se asentará. Sólo hay que asegurarse de que las presentaciones sean lentas y de que todas las partes estén seguras y cómodas durante el proceso.

Ahora, algo parecido ocurre si le has dejado sólo para darte una escapada rápida durante el fin de semana.

Dependiendo de la raza, esto puede afectarle en mayor o menor medida, pero por lo general, si tu gato es muy consentido, es posible que se resienta por el abandono y decida retirarse en aislamiento.

En estos casos, es posible que las cosas tarden un poco más en volver a la normalidad.

¿Qué hago si mi gato no me quiere?

¿Cómo puedo ganarme su cariño?

No te rindas todavía con tu gatito. Antes de que empieces a tomártelo como algo personal, asegúrate de observar los factores ambientales que le rodean para determinar lo que está ocurriendo.

Incluso si has hecho algo para disgustar a tu gato, con el tiempo, lo más seguro es que puedas recuperar nuevamente el vínculo.

Tiempo

Si tu gatito es poco juguetón, dale un poco de tiempo para que se adapte. Podría tratarse simplemente de una fase en la que necesita resolverse por sí mismo.

Además, poner un poco de distancia entre tú y tu felino podría permitirte observar qué es lo que realmente está ocurriendo, e identificar las cosas que están provocando, el comportamiento negativo de tu gato.

Espacio

Todos necesitamos un poco de espacio para poder recargar nuestras baterías, y nuestros gatos no son diferentes. Si el gato se encuentra sobre estimulado, es posible que se sienta asfixiado. Intenta poner un poco más de distancia durante unos días y comprueba si vuelve a sentirse a gusto contigo.

Refuerzo positivo

Sin saberlo, es posible que estés transmitiendo demasiada negatividad a tu gato. Puede que le grites, que la casa sea un caos o que alguna otra cosa negativa esté provocando que quiera alejarse de ti.

Cada vez que tu gato empiece a portarse mal, asegúrate de utilizar tácticas de refuerzo positivo, es decir, evita el estrés y corrígelo con amor.

Usa golosinas u otros medios de atracción, una vez que le hayas dirigido hacia la acción correcta.

Socialización

En realidad, se trata de que tu gato no se sienta sólo. Asegúrate de que se socializa.

Si tu gato está solo mucho tiempo durante el día, y piensas que esta podría ser la causa raíz de su comportamiento negativo hacia ti, tal vez sea el momento de adoptar un nuevo amigo gatuno.

Respeto

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Cuando se trata de gatos, el respeto es algo primordial.

Los gatos pueden ser muy exigentes con su territorio, sus rutinas y en general, con todo aquello que representa su tranquilidad y comodidad.

Por lo tanto, es muy importante demostrarles tu consideración.

Si tu gato no quiere que lo cojan, simplemente no lo cojas. Si necesita más atención, proporciónele estímulos, ofrécele un buen lugar para comer, y otro para hacer sus necesidades lejos del primero.

En otras palabras, si logras entenderlo, también podrás conocer sus aversiones y deseos.

Enriquecimiento del entorno

Muchas veces, el exceso de energía reprimida puede provocar un comportamiento inadecuado. Si tu gato está aburrido y su vida parece bastante anodina, esto podría provocar agresividad.

Como cualquier otro animal, también los gatos son susceptibles de sentir depresión cuando sus vidas son demasiado aburridas. Asegúrate de dar a tu gato muchos juguetes, lugares para arañar y otros medios para mantenerlo ocupado y mantener cubiertas sus necesidades físicas y emocionales.

Cómo reconquistar a tu gato

Una vez que hayas descubierto por qué tu gato te rechaza, podrás mejorar la relación y hacer los ajustes que consideres oportunos.

Recuerda que, si tu gato empieza a comportarse de forma repentina y muestra otros síntomas asociados, podría tratarse de una enfermedad o de algún problema interno que esté causando esta reacción. Si crees que el problema podría estar relacionado con un problema médico, consulta a tu veterinario para que te ayude a resolverlo.