¿Mi gato defeca por resentimiento? ¡Descubre toda la verdad!

Si has tenido un gato durante mucho tiempo, probablemente hayas tenido la impresión de que cuando está enfadado, tiende a ser un montón de cosas por resentimiento.

Y, no sería nada raro porque, al fin y al cabo, tener un gato se parece más a una relación de compañeros de piso que a otra cosa; por lo menos, desde el punto de vista de tu gato.

En su mayoría, los gatos se consideran a sí mismos como tus iguales, e incluso a veces como tus superiores. Así que, si te preocupa que tu gato deje caer bombas de caca como una manera de manifestar sus sentimientos, es posible que en cierto sentido tengas razón.

Lo cierto es que, si se desvía de su horario o lugar habitual donde hace sus necesidades, definitivamente está tratando de comunicarse. Vamos explicarlo mejor, sigue leyendo…

Pero ¡espera! ¿En serio quieres entender a tu gato? Dos expertas te dicen cómo entender y hacer feliz a tu gato

Por naturaleza, los gatos necesitan tapar sus desechos

Los gatos no son criaturas sucias. Si alguna vez has observado el comportamiento de tu gato, verás que siempre se asea las patas, el pelaje y las partes íntimas, es decir, todo su cuerpo. Les importa mucho la higiene.

Por lo tanto, si tu gato hace caca fuera de la caja de arena, es muy probable que tenga más que ver con otro problema. Instintivamente, los gatos quieren tapar sus desechos. Cuando hacen caca en el suelo, no pueden hacerlo, por lo que es un lugar indeseable para hacer sus necesidades.

Por qué el gato hace caca por fuera del arenero

Si lo llevas al veterinario, su equipo querrá saber más acerca de lo que sucede en casa. Repasarán cualquier cambio que haya podido producirse, como la llegada de un bebé o la incorporación de una nueva mascota a la familia.

También realizarán un análisis médico. Hacer caca fuera de la caja de arena de forma repentina podría tener la misma probabilidad de ser un problema médico que de comportamiento.

A continuación, se exponen algunas posibilidades a tener en cuenta.

Cambios repentinos en el hogar

Los cambios repentinos en el hogar pueden causar efectos dramáticos en la personalidad de su gato. Cada gato se adapta de forma diferente a las variaciones que se producen en su rutina.

Algunos tardan muy poco en familiarizarse, mientras los que están muy fuertemente acostumbrados a su entorno lo hacen lentamente. Otros, por el contrario, no aceptan absolutamente ningún cambio.

Son varios los factores de tipo ambiental que pueden provocar trastornos de comportamiento. Por ejemplo, un cambio de piso, otra mascota, e incluso la llegada de un nuevo miembro a la familia.

Problemas de movilidad no diagnosticados

Puede que tu gato esté experimentando problemas de movilidad. A medida que tu gato envejece, puedes perder de vista el hecho de que se está deteriorando. Existen muchos problemas articulares que pueden hacer que entrar y salir de la caja de arena sea muy doloroso para tu gato.

Por ello, en un momento de necesidad, es posible que defeque fuera de su caja de arena puesto que ya no puede entrar cómodamente. En este caso, probablemente notarás que va al baño relativamente cerca de su arenero.

Por ejemplo, la artritis es un problema para el gato, ya que le puede resultar doloroso entrar y salir de la caja de arena. Si tu gato empieza a hacer sus necesidades fuera de la caja de arena, intenta hacerte con una caja de arena que tenga un punto de entrada más bajo.

Eliminar fuera de la caja de arena no será lo único que notes cuando tu gato empiece a desarrollar problemas de movilidad. También notarás que está más lento o perezoso de lo normal porque le duele moverse. Además, es probable que se muerda, llore, sisee o haga una mueca de dolor cuando le toques ciertas partes del cuerpo.

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Si piensas que tu gato podría estar desarrollando un problema articular grave que le impide realizar su vida cotidiana, concierta una cita con tu veterinario de inmediato. En la mayoría de los casos, estos problemas son manejables, por lo que podrás dar a tu gato una buena calidad de vida.

Problemas gastrointestinales

Los problemas gastrointestinales son comunes en los gatos. Muchos gatos sufren problemas relacionados con este tipo de trastornos. Una enfermedad crónica o una infección momentánea puede provocar que tu gato haga sus necesidades fuera de la caja de arena.

Sin embargo, una vez tratado el problema, es probable que se solucione esta situación. Si bien existen varios problemas estomacales e intestinales a los que tu gato se puede enfrentar a lo largo de su vida, sólo algunos de ellos le harán ir al baño fuera de su arenero.

Algunos ejemplos de problemas gastrointestinales en los gatos incluyen

  • Gastritis
  • Cánceres digestivos
  • Úlceras gastrointestinales
  • Enfermedad inflamatoria intestinal

Tu veterinario se encargará de realizar los análisis de sangre o las pruebas diagnósticas adecuadas para hacerse una idea más clara de lo que puede estar ocurriendo en el interior del cuerpo de tu gato.

Parásitos

Si tu gato tiene problemas parasitarios, como lombrices intestinales, ello puede provocar una pérdida momentánea en el control de los movimientos intestinales. Además, dependiendo del tipo de lombriz que tenga, es posible que veas los gusanos vivos arrastrándose por las heces.

Algunas infecciones parasitarias no son visibles en las heces, así que no es una forma segura de saberlo. Aun así, el diagnóstico adecuado es increíblemente crucial porque los parásitos en el sistema de tu gato roban sus nutrientes esenciales, lo que provoca malabsorción y desnutrición en algunos casos.

Algunos de los parásitos más comunes que se encuentran en los gatos incluyen

  • Nematodos (gusanos redondos)
  • Anquilostomas
  • Tenias
  • Lombrices intestinales
  • Giardia (que provoca la giardiasis)
  • Toxoplasma gondii (el que causa la Toxoplasmosis).

Muchas veces, el problema parasitario es silencioso. Es posible que no notes ningún síntoma directo, pero existen algunos signos que generalmente más no siempre se asocian a infecciones de tipo parasitario, como, por ejemplo:

  • Pelaje seco y sin brillo
  • Vómitos
  • Diarrea
  • Pérdida de peso.

En caso de tener infección, el veterinario te indicará un desparasitante de alta calidad que solucione el problema.

Higiene de la caja de arena

Los gatos son animales increíblemente limpios y les gusta que sus espacios vitales sean higiénicos. Por lo tanto, si su caja de arena se ensucia demasiado entre una recogida y otra, tu gato podría optar por ir a defecar a otro lugar. Así que, ese no sería un comportamiento de protesta, sino de desesperación.

También es cierto que un lecho sanitario que se pegue a las patas de tu gato quizás sea algo que no le guste pisar. Si no le gusta la textura, el olor o la cobertura de la arena, es posible que busque otro lugar para hacer sus necesidades.

Los gatos pueden ser bastante particulares y es algo que todos los que tenemos gatos lo sabemos. Por lo tanto, si recientemente has cambiado de arena y la textura de los gránulos es drásticamente diferente, entonces vuelve a utilizar una marca similar o la misma que usabas anteriormente, para ver si el problema se resuelve por sí solo.

Si es así, en el futuro es posible que, si por alguna razón necesitas cambiar la marca de la arena de su lecho sanitario, tengas que realizar pruebas de ensayo y error hasta que encuentres el producto más satisfactorio para el.

Miedo o ansiedad

Es posible que no reconozcas ningún síntoma de ansiedad o miedo en tu gato, ya que, no siempre son tan evidentes. Esto se debe principalmente a que las cosas que provocan ansiedad en tu gato, a nosotros nos puede parecer situaciones cotidianas y normales.

Por ejemplo, si su arenero está cerca de algo que no le resulta familiar o que le da miedo, es posible que esto le impida ir.

Puede ser que un recién llegado se quede en una habitación demasiado cerca de su caja de arena o que dejes la aspiradora al lado. Sea lo que sea, un objeto o una persona puede estar impidiendo que tu gato haga sus necesidades en el lugar adecuado.

Ahora, el hecho de que no puedas identificar sus problemas de miedo o ansiedad a primera vista, no significa que sean menos importantes, la ansiedad es un problema clínico que a veces requiere medicación.

Si tu gato está ansioso, notarás que esto lo afecta en muchas facetas de su vida. Los gatos ansiosos tienden a ser muy asustadizos, y se espantan con cualquier provocación.

También es posible que se muestre malhumorado y sensible al momento y a la forma en que se relaciona con la casa.

Así pues, si la ansiedad es un factor que está afectando sus hábitos de baño, es hora de controlar el problema para que todo vuelva a la normalidad, y tu gato pueda sentirse así también.

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Problemas intestinales (irritación – cólicos)

Cuando tu gato experimenta diarrea, o movimientos intestinales repentinos, es posible que no alcance a llegar a su caja de arena a tiempo.

Nuestros gatos no son una excepción. A veces pueden ingerir cosas que no son buenas para ellos. Si tu gato comió algo que no le sentó bien a su estómago, es posible que esto le cause una diarrea incontrolable.

Si es algo que ha ocurrido una o dos veces, no debería ser motivo de preocupación. Podría ser simplemente que el estómago de su gato está irritado.

Sin embargo, observa los cambios que se producen a largo plazo. Los gatos con estómagos sensibles son a veces increíblemente reactivos a ciertos ingredientes y alimentos comerciales para mascotas. En este caso, es posible que se debas abordar una modificación en su dieta.

Existen muchas recetas comerciales diseñadas para aliviar el estómago sensible de tu gato. Por lo tanto, esto te quita de encima la preocupación de encontrar un producto adecuado, sin embargo, es esencial erradicar la razón por la que tu gato reacciona mal a su comida.

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Este tipo de problemas intestinales pueden ser temporales y suelen desaparecer de forma independiente.

Sin embargo, algunas causas subyacentes de la diarrea pueden ser de larga duración, por lo que es necesario que tu veterinario realice las pruebas y exámenes que sean pertinentes.

Cómo localizar el problema

Si siempre tienes que limpiar lo que ensucia tu gato, es posible que te agote el hecho de tener que lidiar con su mal comportamiento, ya que, hacer frente a este tipo de problemas puede ser todo un reto incluso para la persona más amante de los gatos.

Sin embargo, existen soluciones, sólo tienes que observar y actuar en función de ello con los recursos adecuados. Por otro lado, si se trata de un problema permanente y no has podido identificar una causa evidente, llévalo al veterinario de inmediato.

El profesional realizará las pruebas necesarias, para ver si hay algo más que pueda estar ocurriendo bajo la superficie.

Conclusión

La conclusión es que tu gato no defeca por resentimiento, venganza o enojo. Puede parecer que te está castigando, sobre todo si las deposiciones fuera de su zona designada son constantes y en los lugares más inconvenientes de la casa. Pero, siendo realistas, siempre existe una causa subyacente pero no precisamente que este enfadado contigo.

Si te preocupa tu gato o notas algún síntoma adicional, habla con tu veterinario para que te oriente.

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