20 razas de gatos que les gusta jugar, y zambullirse en el agua

Es bien sabido que, en su mayoría, a los gatos no les gusta demasiado interactuar con el agua. No les molesta beberla, pero casi todos se resisten a entrar en la bañera.

El asunto es, ¿por qué los gatos odian tanto meterse en el agua?

Adelante responderemos a esta pregunta. Sin embargo, no todos los gatos tienen aversión por el agua, incluso algunos se meten y nadan en ella.

Existen gatos cuya afinidad por el agua hace parte de su naturaleza, y otros que, aunque no es parte de su comportamiento, interactuar con el agua puede llegar a ser un gusto adquirido, que pueden adoptar sin ningún tipo de problema.

De hecho, existen al menos 20 razas a las que les encanta zambullirse, jugar o interactuar de alguna manera con el agua.

Desde un ejemplar con pelaje impermeable, hasta otro que superó a nado el desembarco del Arca de Noé.

¡Conócelos a todos…!

Gatos acuáticos y nadadores

Gatos nadadores

Abisinio

abisinio buen nadador por naturaleza

Valientes y juguetones, los abisinios no se asustan por demasiadas cosas y su curiosidad tiende a superar su cautela.

Más atrás en su historia, los abisinios eran amuletos de buena suerte para los marineros japoneses, además de ser excelentes cazadores de ratones.

Quizá por eso se sienten tan atraídos por el agua. Además, son buenos nadadores por naturaleza ya que su pelo corto no los lastra como el de otras razas.

Manx

el gato manx juega con cualquier fuente de agua

Un gato con doble pelaje que se presenta con pelo corto o largo, y en una variedad de patrones y colores.

El Manx es un gato isleño hasta la médula. Provienen de la Isla de Man, una pequeña isla frente a la costa de Gran Bretaña, por lo que, sin duda, no tienen miedo del agua.

No te extrañe encontrar a tu Manx jugando con cualquier fuente de agua que encuentre, desde el fregadero hasta la bañera o la piscina de atrás.

Bengala

el gato bengala conserva el amor por el agua

Dado su origen a partir del cruce entre un gato doméstico y un gato leopardo asiático, el Bengala tiene la apariencia de un gato salvaje, si se le compara con la mayoría de razas domesticadas.

A pesar de que ya no queda sangre de gato salvaje dentro de él, el Bengala sigue conservando algunas de esas características, incluyendo el amor por el agua.

Bosque de Noruega

el bosque de noruega es un gato pescador

Adaptado al duro y frío clima de Noruega, el Gato Bosque de Noruega tiene un pelaje a prueba de las inclemencias climáticas propias de su región.

Además, dicho pelaje es impermeable, lo que ayuda a mantener el calor cuando sale de pesca.

Si tienes uno de estos combativos pescadores, asegúrate de poner una tapa a tu acuario.

Highlander

highlander ama los chorros de agua

Esta raza antes conocida como Highland Lynx, cambió su nombre por el de Highlander en 2005. Esto tiene más sentido, ya que en realidad no tienen ningún gen de gato salvaje.

Pero su amor y fascinación por los chorros de agua dan la impresión de que sí los tienen. No temen mojarse y suelen jugar con cualquier chorro de agua que encuentren.

Maine Coon

maine coon un gato gigante al que le gusta el agua

El Maine Coon, una de las razas domésticas más grandes, y se caracteriza por su fascinación por el agua.

Esto probablemente se debe a que sus ancestros pasaron gran parte de su vida a bordo de barcos en el mar.

Tienen un pelaje muy denso y resistente al agua, perfecto para mantener el calor en las condiciones frías y húmedas a las que suelen enfrentarse los barcos.

Curso de comportamiento y cuidado felino

Incluso tienen un pelaje más largo en la parte inferior y en el lomo que le proporciona una protección adicional cuando se sienta o camina sobre superficies frías y húmedas.

Mau egipcio

mau egipcio era usado en la casa de patos

El Mau egipcio es la única raza de gato domesticada con manchas naturales. Las representaciones de estos felinos se pueden encontrar en antiguas pinturas egipcias, lo que demuestra que han sido nuestros compañeros durante mucho tiempo.

Incluso se les llevaba a cazar patos, y es probable que de allí venga su afinidad natural por el agua, un gusto que todavía perdura.

Savannah

savannah no pierde oportunidad de un chapuzón

El gato Savannah es aventurero y juguetón, con una personalidad casi más parecida a la de los perros, que a la de otros gatos.

Y, a diferencia de la mayoría, al gato Savannah le encanta jugar en el agua y aprovechará cualquier oportunidad para darse un chapuzón.

Selkirk Rex

el gato selkirk rex no le teme al agua

Esta rara raza es conocida como «el gato vestido de oveja». Es un felino increíblemente curioso y juguetón que no le teme al agua.

Siberiano

el siberiano no nada pero juega con chorros de agua

Procedente del duro ártico siberiano, esta raza se registra por primera vez en el año 1.000 de nuestra era.

Es un gato de tamaño medio con un pelaje grueso de triple capa, lo suficientemente resistente como para protegerlo del frío.

Quizá sea ésta una de las razones por las que el agua le interesa tanto. Puede que no se tire a nadar, pero probablemente lo verás tirando sus juguetes al agua, o jugando con chorros de fuentes o grifos.

Van turco

van turco el gato que salió nadando del arca de noé

Puede que sea torpe, pero el van turco también es conocido por amar el agua. Tanto que incluso, se han ganado el apodo de gato nadador.

Según cuenta la leyenda, los primeros miembros de esta raza estaban a bordo del Arca de Noé, y adquirieron su afición por nadar cuando el arca terminó su viaje en el monte Ararat.

Gatos que son, o pueden ser amantes del agua

Gatos amantes del agua

American Shorthair

el gato american shorthair puede adquirir el gusto por el agua

Esta raza tiene un aspecto muy parecido al de muchos otros gatos domésticos, razón por la cual se le dio el nombre de American Shorthair en 1966.

Originalmente se utilizaban para eliminar roedores en las tiendas de alimentos. Esta raza puede adquirir fácilmente el gusto por el agua, hasta el punto de jugar en ella cada vez que se le dé una oportunidad.

Angora turco

gato angora turco un grácil nadador

Primo del Van Turco, el Angora Turco es una raza de gatos muy antigua.

No a todos los Angora turco les gusta nadar, pero a muchos sí, y son gráciles nadadores, dotados de una predisposición y habilidad naturales.

Birmano

birmano gato tranquilo que desarrolla gusto por el agua

Esta raza es conocida por su temperamento tranquilo y apacible. Y aunque el gusto por el agua no está asociado a su naturaleza, puede adquirirlo fácilmente.

Si se le expone al agua desde temprano, el gato birmano suele desarrollar una afición por el agua lo suficientemente importante, como para jugar con ella e incluso, aprender a disfrutar de la hora del baño.

Bobtail Americano

bobtail americano un gato que juegue con el agua

La cola corta y ladeada del gato Bobtail americano se produce de forma natural debido a una mutación genética.

En combinación con su aspecto moteado y rayado, confiere a la raza una apariencia claramente salvaje, aunque su temperamento es bastante tranquilo y domesticado.

En algún momento, esta raza desarrolló un amor por el agua que a menudo puede observarse cuando juega en sus platos de agua o disfruta de su baño.

Bobtail japonés

a uno que otro gato bobtail japonés le gusta el agua

A muchos gatos isleños parece gustarles el agua, y el Bobtail japonés, procedente de la isla de Japón, no es una excepción.

Estos esbeltos e inteligentes gatos han existido por lo menos desde el siglo VI como amados compañeros de los japoneses.

Originalmente fueron utilizados por los criadores de gusanos de seda para controlar las plagas, hasta que la familia imperial concedió a la raza, privilegios propios de las clases dirigentes.

Kurilian Bobtail

el gato kurilian bobtail desarrolla el gusto de jugar con el agua

Esta raza es de carácter tranquilo, pero con una complexión musculosa y su cola en forma de bucle se parece más a un gato salvaje.

Probablemente por eso, hoy en día es frecuente que adopten el gusto por jugar en el agua, al igual que otras razas de gatos procedentes de islas.

Británico de pelo corto

el gato kurilian bobtail desarrolla el gusto de jugar con el agua

Inteligente y curioso, cuando se trata del agua, el British Shorthair tiende a ser más juguetón que temeroso.

Le gusta todo lo que se mueve y le intriga especialmente el agua en movimiento. No te sorprendas de verlo jugar con el agua del grifo o de la ducha.

Siamés

el siamés un gato bastante curioso con el agua

El gato siamés es una de las razas felinas más reconocibles.

Sienten mucha curiosidad por el agua y, si se les da la oportunidad, jugarán con ella.

Puede que no disfruten de estar completamente sumergidos, pero tampoco es probable que luchen contigo para evitar un baño.

Sphynx

el gato sphynx casi siempre disfruta de un buen baño

El gato Sphynx tiene un aspecto muy característico: ¡no tiene pelo!

Esto significa que es preciso bañarlo con regularidad, desde muy temprana edad algo que puede desarrollar su afición por el agua.

Y aunque dicha afinidad no la desarrolla de forma natural, casi siempre parece disfrutar de un buen baño.

¿Por qué la mayoría de los gatos odian el agua?

Resulta que existen varias razones, y al contrario de las apariencias, todas resultan ser bastante sensatas.

No hay necesidad

Muchas cosas se deben a nuestra historia evolutiva. Como la mayoría de las especies de gatos evolucionaron en paisajes desérticos secos, nunca necesitaron interactuar con grandes masas de agua.

Esto significa que la mayoría de los gatos nunca nadaron, o probablemente ni siquiera tuvieron la oportunidad de hacerlo. Incluso si lo hubieran hecho, no habría habido ninguna razón para ello.

Mojado significa más peso

Todo el mundo sabe que el agua vuelve a cualquier cosa peluda aún más pesada.

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Ahora, imagina que tu cuerpo está cubierto de un pelaje grueso. Cuando todo ese pelaje se empapa, va a ser demasiado pesado y engorroso.

Por supuesto, esto te hace sentir más lento y si es tu primera vez… extraño.

Por lo tanto, esta es una de las principales razones por las que muchos felinos odian estar mojados.

Fuerte sentido del olfato

Los gatos dependen en gran medida de su fuerte sentido del olfato que además, es mucho más desarrollado que el nuestro.

Puede que nosotros no detectemos las sustancias químicas del agua, pero nuestros gatos sí.

Por lo tanto, es muy probable que estos olores resulten desagradables para un gato, sobre todo si se cubren y empapan de ellos.

Pérdida de control

Estar mojado puede hacerte pesado y vulnerable. Con el agua, el pelaje de un gato incrementa su peso y dificulta su movimiento.

El agua también puede entrar en contacto con órganos que no están adaptados a este medio causando disminución en su visión, oído y olfato.

Para un gato, esta pérdida de control puede resultar abrumadora, por no decir y que aterradora.

Experiencias anteriores

Al igual que nosotros, los gatos están marcados por sus experiencias anteriores. Si un gato tuvo una mala experiencia con el agua, es probable que desarrolle aversión.

Pero lo mismo funciona a la inversa. Si expones tu gato al agua con experiencias positivas desde una edad temprana, esto hace que se sienta más cómodo con ella.

No está acostumbrado

Muchas criaturas tienen miedo de lo que no conocen o entienden; nosotros incluidos. Si el agua es nueva para tu gato, es posible que necesite más exposición para acostumbrarse a ella.

Es mejor exponerlos desde temprana edad, pero con experiencias positivas que relacionen sus primeros contactos con el agua, es posible que se abran a la experiencia a cualquier edad, especialmente si es una raza naturalmente predispuesta a ello.

Conclusión

Aunque la mayoría de los gatos parecen tener una aversión general hacia el agua, existen muchas razas a las que realmente les gusta interactuar con ella, e incluso nadar.

Si tu gato no se encuentra en ninguna de estas categorías, es probable que, a través de una experiencia positiva y temprana, logres desarrollar curiosidad, y un gusto adquirido por el agua.

Todo depende de la manera en que abordes el tema con tu gato.